Ha muerto France Gall. Su imagen de niña ingenua alcanzó la cima de Eurovisión con ‘Poupee De Cire, Poupee De Son‘ en 1965. A Disney le conquistó tanto su fuerza en pantalla que intento ficharla como actriz. La propuesta fracasó, pues la francesa prefirió seguir libre -muy libre- y continuar trabajando con los atrevimientos de Serge Gainsbourg, que puso a la cándida cantante a comer caramelos aunque, en verdad, quería decir otra cosa con aquella golosina -tan fálica- en ‘Les sucettes’ (1966).
Serge era maestro en escribir letras con doble sentido sexual. Su provocación junto con la imagen de una jovencísima France Gall, de 18 años, conseguía un escenario no visto hasta la fecha. Que Francia no entendió. Ni France tampoco, que siguió su carrera con la fuerza de no necesitar mucho más que su textura vocal y su mirada para dejar patidifusa a la cámara. France Gall siempre ejemplificará la fuerza del carisma de la interpretación sutil, que emociona, frente a la olvidadiza parafernalia de la previsibilidad de lo obvio.
La déclaration (1974)
Les sucettes (1967)
Laisse tomber les filles (1964)
Si, maman si (1977)
Baby Pop (1965)
Il jouait du piano debout (1980)
Ella, Elle L’a (1988)
En TVE, en 1976, interpretando